El poder del color surgía de la materialidad de sus pigmentos, de las manos habilidosas que lo creaban y de las comunidades que, con sus conocimientos, impregnaban el color de significado. Asf coma el amanecer nos trae vida con el color, y la noche transforma el mundo con la oscuridad, quienes se dedican al arte utilizan los colores para expresar su modo de comprender la vida y el tiempo. La comunidad de artistas mesoamericanos desarrollo una de las tradiciones cromáticas más sólidas del mundo, ya que lograron elaborar colores estables y vibrantes utilizando minerales, flares, cortezas de árboles e incluso insectos. El color es, por lo tanto, un media para preservar este conocimiento ancestral. Sin embargo, las historias de colonialismo e industrialización han minimizado o ignorado la importancia simbólica, cultural y espiritual del color en las comunidades indígenas de América. A menudo, estas historias han presentado el color de manera superficial, enfocándose en su uso comercial o estético, en lugar de reconocer su profundo significado en rituales, cosmovisiones y tradiciones indígenas. Esto es parte de un patrón más amplio de apropiación y simplificación de elementos culturales indígenas por parte de sociedades coloniales e industriales.
Con más de 270 objetos, la exposición presenta vasijas de cerámica, fragmentos de murales, esculturas de piedra, papel amate pintado y textiles teñidos con tintes naturales, minerales en bruto, oro, jade, conchas talladas y mucho más. Es importante destacar que más de la mitad de la exposición proviene de la famosa colección de Arte de la América Antigua del LACMA. Gracias a la colaboración con el lnstituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH) de México, se pudieron acordar préstamos sin precedentes de obras de arte y objetos arqueológicos, muchos de los cuales nunca se habían expuesto. Quienes visiten la exhibición, también tendrán la inusual oportunidad de ver dos códices mesoamericanos, el Códice Selden y el Códice Mendoza, en préstamo por la Biblioteca Bodleiana de Oxford.
La exposición se organizó en colaboración con dos grupos de artistas indígenas contemporáneos, con el objetivo de revitalizar las prácticas artísticas de producción de pigmentos. Se encargaron 17 obras a artistas nahuas, tzotziles, mixtecos y zapotecas para que, en la exposición, se entablara un diálogo con obras del arte antiguo mesoamericano.
Esta exposición se presenta en el marco del PST ART: Art & Science Collide (PST ART: El arte y la ciencia colisionan). PST ART, el evento artístico más importante del sur de California, abierto desde septiembre del 2024, donde se presentan más de 70 exposiciones de organizaciones de toda la región que exploran los puntos de confluencia entre el arte y la ciencia, tanto del pasado como del presente. PST ART es una iniciativa del Getty. Para obtener mas información sobre el PST ART: Art & Science Colide (PST ART: Et arte y la ciencia colisionan), visite pst.art.
We Live in Painting (Vivimos en la pintura) es una curaduría conjunta entre Diana Magaloni, directora adjunta, directora de programas y curadora Dra. Virginia Fields de Arte de la América Antigua y directora Suzanne D. Booth y David G. Booth del Centro de Conservación, LACMA; Alyce de Carteret, curadora adjunta de Arte de la América Antigua, LACMA, y el curador invitado Davide Domenici, de la Universidad de Bolonia. La exposición viajará a otros dos establecimientos luego de su presentación en el LACMA.
"Gracias a la innovadora investigaci6n dirigida por Diana Magaloni y su equipo curatorial, We Live in Painting (Vivimos en fa Pintura) aporta nuevas perspectivas a las culturas indígenas mesoamericanas antiguas y contemporáneas", dijo Michael Govan, director general del LACMA y director Wallis Annenberg. "Esta exposición, que se basa en gran medida en la notable colección de obras de arte mesoamericano del LACMA y que se completa con una serie de préstamos sin precedentes de México, nos permite percibir el poder cultural y cósmico del color de una manera
totalmente nueva".
Diana Magaloni agregó: "We Live in Painting (Vivimos en la pintura) considera dos ciencias que dialogan: la ciencia occidental que desarrollan las comunidades estudiosa contemporáneas y la ciencia indígena de la producción artística que, a lo largo de milenios de práctica empírica, disefio pigmentos artificiales a partir del mundo natural. Los avances en la primera de estas ciencias cultivan una apreciación por la segunda, y, gracias a ello, los excepcionales logros técnicos de los grupos artísticos mesoamericanos se vuelven legibles para nuestro público: un ejemplo excepcional de la colisión entre el arte y la ciencia".
We Live in Painting (Vivimos en la pintura) impulsa el compromiso del LACMA de repensar la custodia por parte del museo de colecciones como la de Arte de la América Antigua. El museo ha entablado relaciones estrechas y de colaboración con artistas indígenas, comunidades de descendientes e instituciones internacionales para compartir historias y perspectivas indígenas. Para preparar esta exposición, el equipo curatorial colaboró con artistas indígenas que están revitalizando el arte de crear pinturas naturales. El LACMA brindó su apoyo para la realización de una serie de talleres en Xalitla, México, un pueblo nahua conocido por sus pintores. Las obras encargadas a este grupo, junto con las de otros artistas indígenas vivos que se presentan en esta exposición (entre ellos, tejedores y tejedoras tzotziles y mixtecos, y el artista textil zapoteco-americano Porfirio Gutierrez, quien reside en Ventura) constituyen un testimonio de la resistencia y tenacidad de las comunidades creadoras de arte indígena.
Organización y aspectos destacados de la exposición
Para llegar a la riqueza plena del color en el núcleo de las cosmovisiones mesoamericanas, esta exposición sigue dos lineas de investigaci6n interconectadas: los análisis técnicos y materiales y las concepciones indígenas del arte y la imagen. Las sociedades mesoamericanas clasificaban el espectro cromático en cinco tonalidades primarias: negro, rojo, azul-verde (concebido como una única categoría de color), amarillo y blanco. Para guiar a quienes nos visitan a través de esta búsqueda, la exposición está organizada en siete secciones temáticas.
Comienza con el color Blanco. Las obras de esta sección están hechas a mano con materiales blancos que se asocian con el potencial creative. Las comunidades artísticas mesoamericanas transformaron las materias primas blancas en medias que podían recibir color e imagen, como la corteza del árbol de amate en hojas de papel, y el algodón en hilo para tejer sus fibras y convertirlas en telas. También tallaban marmol, alabastro, conchas y hueso.
En la siguiente sección, Pintura y sabiduría (el papel cósmico del artista), los espectadores podrán ver como artistas mesoamericanos adquirieron conocimientos sobre los recursos naturales que producen color y las utilizaron para elaborar pigmentos. Dentro de la exposición, el artista textil zapoteco Porfirio Gutierrez crea una experiencia inmersiva que muestra el trabajo que realiza en su práctica artística contemporánea. Aquí recrea su estudio de artista, donde reinventa las prácticas ancestrales de tejido y teñido de su comunidad.
Cosmos, casa, cuerpo explora la función principal del color en la animación del universo en todas sus escalas. El cosmos, la casa y el cuerpo encarnan cada uno la "totalidad" sagrada del mundo. Las esculturas de cerámica, junta con los murales, los textiles y las pinturas, ponen de manifiesto la fluidez conceptual entre estos conjuntos cósmicos.
La siguiente sección, In Tlilli In Tlapalli: lo negro y lo rojo, analiza cómo los colores negro y rojo forman un par complementario en las concepciones mesoamericanas del mundo. Juntas conforman una paleta limitada destinada a representar acontecimientos decisivos y sobrenaturales. Artistas de toda Mesoamérica utilizaron esta convención, desde muralistas en Teotihuacan hasta ceramistas mayas del periodo clásico. El par de negro y rojo también podría significar el conjunto de conocimientos. Las líneas negras caligráficas delinean los contornos de una escena pintada, mientras que los rojos vibrantes y otros matices completan las figuras.
Yax-K'an: azul-verde y amarillo presenta ejemplos de obras realizadas con materiales y pigmentos azul verdoso y amarillo. Para las pueblos mayas del período clásico, el azul verdoso y el amarillo representaba un ciclo de vida entero, desde el nuevo crecimiento hasta la madurez. A través de esta relación complementaria, se transmite preciosidad, vitalidad y abundancia. En Mesoamérica, las materiales azul-verde y amarillo, como el jade y el oro, reflejaban esta preciosidad y manifestaban las fuerzas efímeras de la vida, coma el agua, la respiración y la luz del sol.
La ciencia del color se centra en investigaciones científicas contemporáneas sobre el color antiguo. Durante las últimas áreas, las nuevos métodos de análisis científico han abierto un dialogó intercultural con la ciencia indígena ancestral, el cual revela la riqueza del corpus de conocimientos construido par las grupos artísticos mesoamericanos a lo largo de los siglos. Por primera vez, esta sección presentará algunas de las nuevas investigaciones llevadas a cabo por el MOLAB Mobile Laboratory un laboratorio científico móvil que realiza análisis no invasivos de códices mesoamericanos que se conservan en instituciones europeas , el proyecto "La pintura mural prehispánica en México" un grupo de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México que ha analizado los materiales y las técnicas de las tradiciones pictóricas de los murales de Mesoamérica y el Proyecto de
investigación sobre las Vasijas Mayas del LACMA que estudió los avances tecnológicos de ceramistas mayas del periodo clásico.
Por último, Imagen presencia explora el color como fuerza de animación en el arte mesoamericano. La imagen mesoamericana encarna la propia esencia del ser que representa: la pintura de una deidad es esa deidad. La escultura de un gobernante es ese gobernante. Mediante la transformación del mundo natural en imágenes, las comunidades mesoamericanas de artistas lograron desplegar un poder creativo muy parecido al de las deidades creadoras primordiales que concibieron el cosmos. Sus creaciones animadas y policromáticas se encuentran expuestas en toda la galería, viven en la pintura y nos permiten disfrutar de la presencia de las deidades y las figuras ancestrales.
Entre las piezas más destacadas de la exposición, podemos encontrar los increíbles ejemplos de paletas de colores en cerámica, incluida una con el retrato de un artista: fragmentos de murales excavados en Teotihuacan; vasijas efigie: códices raros, y una serie de encargos recientes realizados por artistas indígenas de México que están reviviendo el arte de crear pinturas y tintes a partir de materiales orgánicos. Una de las obras de arte más antiguas de la exposición (c. 1200-900 a. e. c.) proviene de un grupo de preciosas figuras de arcilla de Tlatilco. Esta obra constituye un ejemplo temprano de cómo se utilizaban el color y el cuerpo en las primeras formas de arte, en particular, entre las mujeres jóvenes.
Catálogo
La exposición está acompañada de un catálogo ilustrado, cuya publicación es una colaboración entre el LACMA y DelMonico Books/0.A.P. El catálogo incluye textos escritos por Diana Magaloni, Davide Domenici, Alyce de Carteret.; el preámbulo es de Michael Govan. Prefacio de Antonio Saborit y textos de Carlos Barrera Reyes, Claudia Brittenham, Elodie Dupey García, Tatiana Falcon y otros. Esta publicación se creó como parte de la serie PST ART: Art & Science Co/fide (PST ART: El arte y la
ciencia colisionan).
Documental
El LACMA también presentara el documental Harvesting Color: Ancestral Recipes for Today's World (La cosecha de los colores: recetas ancestrales para el mundo de hoy) que acompaña a un grupo de artistas del pueblo de Xalitla, Guerrero, durante un proceso mediante el cual revitalizan la fabricación y la utilización de pigmentos naturales en su práctica pictórica. A través de una serie de talleres patrocinados por el LACMA, este grupo de artistas volvió a conectarse con las recetas ancestrales y su legado cultural.
Créditos
Esta exposición fue organizada por Los Angeles County Museum of Art, gracias al Fonda Nacional para las Humanidades: la democracia exige sabiduría.
El departamento de Arte de la América Antigua del LACMA ha recibido el apoyo de Daniel Greenberg, Susan Steinhauser y The Greenberg Foundation, asi como de Mellon Foundation, y Gregory Annenberg Weingarten, GRoW@ Annenberg.
Todas las exposiciones del LACMA son financiadas por el LACMA Exhibition Fund. El museo recibe el importante apoyo anual de The David & Meredith Kaplan Foundation, con la generosa donación anual de Louise y Brad Edgerton, Edgerton Foundation, Mary y Daniel James, Bert Levy Fund, Justin Lubliner, Alfred E. Mann Charities, Kelsey Lee Offield, Maggie Tang, Lenore y Richard Wayne, y Marietta Wu y Thomas Yamamoto.