Desde el mediodía, los escenarios Outsiders, Sad Girls y Lost Boys, junto con el dinámico Club Doom, comenzaron a cobrar vida con una alineación curada para los amantes del post-punk, el new wave y el synth-pop. Los primeros acordes que rompieron el silencio matutino vinieron de las bandas Social Order, Deceits y Wisteria, quienes inauguraron los escenarios con fuerza, ganándose al público desde temprano con sus vibraciones nostálgicas pero actuales.
Conforme avanzaba la tarde, el ambiente iba creciendo en intensidad. Sobre los diferentes escenarios, desfilaron leyendas como Gary Numan, Echo & The Bunnymen, The Faint, Cold Cave, TR/ST, Jay Aston's Gene Loves Jezebel, London After Midnight, Manual Cinema y Modern English, cuyas presentaciones fueron recibidas con euforia por un público de todas las edades que bailó y coreó sin descanso.
La noche cayó cuando la suavidad de la llovizna paro, creando una atmósfera y temperatura ideal, así fue cuando los actos más esperados iluminaron el cielo de Pasadena. El grupo Devo, íconos del art-punk y la experimentación sonora, ofreció uno de los shows más vibrantes del festival, con una energía contagiosa y visuales psicodélicos que hicieron vibrar al escenario de Lost Boys. Death Cult, reunidos nuevamente, ofrecieron un set poderoso y oscuro que demostró por qué siguen siendo referencia en el post-punk británico.
Las legendarias Go-Go’s encendieron el escenario Sad Girls con su carisma y ritmos infecciosos, provocando una ola de baile y emoción colectiva. Y como gran cierre de la noche, New Order tomó el escenario principal con una presentación impecable, recorriendo himnos como Bizarre Love Triangle, Blue Monday y Temptation, acompañados de un juego de luces y visuales que sellaron la noche con broche de oro.
Más allá de la música, Cruel World demostró un profundo compromiso con la comunidad. En colaboración con la Rose Bowl Operating Company, el organizador Goldenvoice anunció una donación de $250,000 dólares a la Pasadena Community Foundation, destinada al Eaton Fire Relief & Recovery Fund. Esta ayuda flexible beneficiará a la organización local Pasadena Community Foundation que ha brindado apoyo a los damnificados por los incendios recientes en el área de Los Ángeles. “Nuestros pensamientos y corazones están con todos los afectados por los incendios”, expresaron desde la organización.
La experiencia fue también una muestra de logística bien ejecutada. Centros de hidratación, espacios para comer y descansar, servicios de emergencia presentes y eficientes, y una selección variada de food trucks locales ofrecieron un ambiente cómodo y seguro para los asistentes. Además, la presencia de policías, bomberos y paramédicos fue constante, garantizando el bienestar de todos los presentes.
Este tipo de eventos no solo posicionan a Pasadena como un epicentro cultural de alcance global, sino que también generan beneficios reales y tangibles para los negocios y residentes locales. El impacto económico, la visibilidad internacional y el fortalecimiento de la identidad cultural de la ciudad son razones más que suficientes para seguir acunando este tipo de festivales icónicos.
Cruel World 2025 fue mucho más que un concierto, fue un ritual colectivo de música, memoria, comunidad y resistencia estética. Un tributo a la oscuridad luminosa del pasado, vivido intensamente bajo una llovizna que no hizo más que resaltar la belleza del momento.