La desconocida historia de las mujeres afroamericanas que impulsaron la era espacial
«Talentos ocultos», de Margot Lee Shetterly, se centra en la vida de un pequeño grupo de excepcionales matemáticas afroamericanas reclutadas por el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA) de los Estados Unidos como computistas para los ingenieros que diseñaban las aeronaves de guerra, durante la Segunda Guerra Mundial. Trabajando en instalaciones enclavadas en Virginia, sufrieron los efectos de la dura segregación racial y aun así, destacaron entre todas las mujeres, blancas o negras, que desarrollaron sus carreras profesionales en el campo de la ingeniería aeronáutica —Dorothy Vaughan, Katherine Johnson y Mary Jackson, las más sobresalientes entre muchas— y más tarde, durante la Guerra Fría, en plena carrera espacial tras el surgimiento de la NASA. |
En su libro, Margot Lee Shetterly quita un velo que hasta ahora había existido alrededor de uno de los secretos mejores guardados del gobierno norteamericano, dado que el trabajo de las llamadas «Computistas del Oeste» así como los proyectos que se desarrollaban en el NACA estaba oculto ante la opinión pública, mientras los Estados Unidos se esforzaban por ganar la guerra a través de mejorar el diseño de sus aviones, en la época que precedió a las computadoras.
«Talentos ocultos» revela no sólo los emocionantes esfuerzos científicos y tecnológicos que llevaron a los Estados Unidos a ponerse a la cabeza en la industria aeronáutica de posguerra, sino que descubre la hipocresía de una sociedad que prefería desaprovechar el talento de su juventud afroamericana a aceptar la integración racial. También permite conocer la realidad social de este valiente grupo de mujeres, que a pesar de sus largas y extenuantes jornadas laborales, atendían responsablemente a sus familias lo mejor que les era posible, sobreponiéndose a los obstáculos que se les presentaban por ser mujeres y ser «de color», luchando por desarrollar oportunidades para el futuro de muchas otras mujeres negras y dejando una estela de logros científicos, algunos de los cuales son aun hoy estándar en la industria aeronáutica.
Margot Lee Shetterly interna al lector en la vida personal, familiar y social de estas mujeres, quienes atravesaron con gran dignidad el período de mayor tensión racial que han vivido los Estados Unidos mientras la sociedad afroamericana lentamente tomaba conciencia de sus derechos y luchaba por que les fueran reconocidos legalmente.
«La historia que he contado en estas páginas es más invisible que oculta», declara la autora. «El poder de la historia de las computistas negras de la NASA radica en que ni siquiera las primeras fueron las únicas», advierte Shetterly. «Al reconocer la aportación de esas mujeres extraordinariamente normales al éxito de la NASA, podemos percibir sus capacidades no como una excepción, sino como una regla. Su objetivo no era resaltar por sus diferencias; era encajar por su talento».
MARGOT LEE SHETTERLY Escritora criada en Hampton, Virginia, donde conoció a muchas de las mujeres sobre las que habla en esta obra. Es una becaria de la Fundación Alfred P. Sloan y receptora de una beca de investigación de la Fundación de Humanidades de Virginia para el estudio de la historia de mujeres en computación. Reside en Charlottesville, Virginia.
En su libro, Margot Lee Shetterly quita un velo que hasta ahora había existido alrededor de uno de los secretos mejores guardados del gobierno norteamericano, dado que el trabajo de las llamadas «Computistas del Oeste» así como los proyectos que se desarrollaban en el NACA estaba oculto ante la opinión pública, mientras los Estados Unidos se esforzaban por ganar la guerra a través de mejorar el diseño de sus aviones, en la época que precedió a las computadoras.
«Talentos ocultos» revela no sólo los emocionantes esfuerzos científicos y tecnológicos que llevaron a los Estados Unidos a ponerse a la cabeza en la industria aeronáutica de posguerra, sino que descubre la hipocresía de una sociedad que prefería desaprovechar el talento de su juventud afroamericana a aceptar la integración racial. También permite conocer la realidad social de este valiente grupo de mujeres, que a pesar de sus largas y extenuantes jornadas laborales, atendían responsablemente a sus familias lo mejor que les era posible, sobreponiéndose a los obstáculos que se les presentaban por ser mujeres y ser «de color», luchando por desarrollar oportunidades para el futuro de muchas otras mujeres negras y dejando una estela de logros científicos, algunos de los cuales son aun hoy estándar en la industria aeronáutica.
Margot Lee Shetterly interna al lector en la vida personal, familiar y social de estas mujeres, quienes atravesaron con gran dignidad el período de mayor tensión racial que han vivido los Estados Unidos mientras la sociedad afroamericana lentamente tomaba conciencia de sus derechos y luchaba por que les fueran reconocidos legalmente.
«La historia que he contado en estas páginas es más invisible que oculta», declara la autora. «El poder de la historia de las computistas negras de la NASA radica en que ni siquiera las primeras fueron las únicas», advierte Shetterly. «Al reconocer la aportación de esas mujeres extraordinariamente normales al éxito de la NASA, podemos percibir sus capacidades no como una excepción, sino como una regla. Su objetivo no era resaltar por sus diferencias; era encajar por su talento».
MARGOT LEE SHETTERLY Escritora criada en Hampton, Virginia, donde conoció a muchas de las mujeres sobre las que habla en esta obra. Es una becaria de la Fundación Alfred P. Sloan y receptora de una beca de investigación de la Fundación de Humanidades de Virginia para el estudio de la historia de mujeres en computación. Reside en Charlottesville, Virginia.
En su libro, Margot Lee Shetterly quita un velo que hasta ahora había existido alrededor de uno de los secretos mejores guardados del gobierno norteamericano, dado que el trabajo de las llamadas «Computistas del Oeste» así como los proyectos que se desarrollaban en el NACA estaba oculto ante la opinión pública, mientras los Estados Unidos se esforzaban por ganar la guerra a través de mejorar el diseño de sus aviones, en la época que precedió a las computadoras.