Nuestra Señora de Guadalupe se convirtió en un símbolo de vinculación entre la nueva religión importada, muchas veces forzada por los españoles durante la conquista y la resistencia indígena con su profunda espiritualidad arraigada en el rendimiento al culto de imágenes entrelazadas entre la magia y el mito.. Ella fue la fuerza unificadora que dio a los mexicanos un sentido de nacionalismo y patriotismo al convertirse en el denominador común entre todas las contradicciones.
La aparición de Guadalupe en el Tepeyac, con la piel morena, y hablando un idioma local en el mismo sitio destruido del templo azteca de Tonantzin, la Madre Tierra, trajo al pueblo un objeto de culto que era propio. La imagen de la madre Guadalupe era un escudo de los débiles, la ayuda de los oprimidos, la madre de los huérfanos, su rostro no se veía ni como el español ni como el indígena. Sus rasgos preciosos son la mezcla agradable de ambos, los rasgos de una mestiza. La Virgen es México, es fiesta y fervor, es comida y canto devoto, la danza y la penitencia. Ella es la imagen, el icono que dio a luz a una nación y que es la piedra angular de un orgullo y fuerza nacional, un símbolo de la patria mexicana y América Latina.
Es la imagen con la que se escudaba el Padre Miguel Hidalgo y Costilla en 1810, durante la Independencia de México, la misma imagen utilizada como estandarte cien años después por Zapata durante su lucha por la Tierra y Libertad, también sirvió como un símbolo y punto de reunión para los trabajadores agrícolas en California durante las demostraciones para luchar por la justicia económica de los trabajadores agrícolas, encabezadas por Cesar Chavez y Dolores Huerta, quienes la reconocieron como un símbolo de la fe, la esperanza y el liderazgo
La Virgen de Guadalupe ha sido declarada como la Emperatriz de América en 1754. El Papa León XII la coronó como la reina del pueblo mexicano en 1895, en 1945, fue coronada reina de la Sabiduría y de las Américas, se le dio el título Celestial como Patrona de América Latina en 1910 y ha sido nombrada Patrona de las Américas por el Papa Juan Pablo II.
Hoy, ella sigue acompañando a los mexicanos cuando cruzan la frontera, sigue siendo un icono muy poderoso entre los chicanos, mexicanos y Latinos en este país, nietos, bisnietos atesoran la presencia de la Virgen, y la reconocen como su Madre.
La Virgen de Guadalupe es el símbolo de la identidad étnica, uniendo a personas de diferentes razas, religiones y lenguas. Ella manifiesta, simboliza y activa el poder del pueblo, es el símbolo cultural de la justicia, el amor incondicional, la unión, la pertenencia, la familia, el hogar. Sus devotos cruzan todas las líneas de la economía, la posición social y la educación.